"SOMOS LO QUE COMEMOS"

Absolutamente todo lo que los niños comen influye en su crecimiento y en su desarrollo. Actualmente más de la mitad de los niños comen en la escuela por lo que los colegios ofrecen un servicio cada vez más necesario.

Lo más conveniente para que la alimentación sea equilibrada es complementar los menús de la escuela con las otras comidas del día ya que esta solamente supone un 30% de las necesidades nutricionales diarias, evitar el consumo excesivo de aperitivos, refrescos, embutidos y bollería (se puede dejar para las ocasiones especiales), prestar atención a cuando los niños comen en exceso o al contrario si evita la comida y sobre todo el niño en el comedor escolar no come con la televisión por lo cual en casa tampoco debe verla, se debe acostumbrar a disfrutar de la comida y de la compañía de los comensales.

En ocasiones al acabar la jornada escolar, el niño continúa acudiendo a clases extraescolares, realizando deporte por lo que una alimentación adecuada es un factor importante para que los más pequeños tengan fuerza y ánimo durante todo el día.

Es común que tanto el padre como la madre trabajen fuera de casa y esto convierte a la cena en la única comida del día que se puede realizar en familia, es importante que se haga sin prisas y sobre todo que los padres tengan a su disposición el menú escolar semanal que le ofrecen a su hijo en el comedor para poder preparar la cena del niño en función de lo que haya comido ese día. Si bien, es conveniente que no sean excesivas en cantidades, ni muy ricas en alimentos grasos, ya que este tipo de cenas pueden impedir conciliar el sueño. Por norma general, lo más indicado es que la cena incluya un plato de verduras, tanto cruda en forma de ensalada como cocinada y como segundo plato en el caso de que los niños hayan tomado carne, conviene por las noches pescado o huevo.

Es fundamental conocer la alimentación que los niños llevan en el colegio y considerar a la cena una comida con tanta importancia como la del mediodía, a la que hay que prestar tiempo y dedicación, evitando el consumo excesivo de comida rápida.